jueves, 22 de abril de 2010

De fiesta en fiesta
























































































*Fiesta Vanity Fair en NYC

Cada fiesta que organiza Vanity Fair es como un punto aparte, un elemento casi vital y sinónimo de poder entre las celebrities. La revista no escatima en gastos ni se deja amedrentar por crisis, al menos eso es lo que aparente. Esta vez, la locación del evento fue la corte suprema neoyorkina y como era
de esperar, asistieron celebs y personajes de la moda por doquier. Anne Wintour, Robert De Niro, Jerry Seinfield, John McEnroe, Diane Von Furstenberg y hasta la reina de Jordania, fueron solo algunos de los invitados.

De arriba hacía abajo: Palacio de la Corte Suprema NY / John McEnroe, siempre Rock. / Anne Wintour, tan espacial ella. / La Reina de Jordania. / La mujer de Jerry Seinfield al fashion police!!!! /

*Fiesta Inauguración de la nueva boutique de Ralph Lauren en París

Ralph Lauren es símbolo de la elegancia norteamericana, y puede darse el lujo de coquetear con diseñadores de su talla en plena convivencia. Las excusas, nunca faltan. Esta vez el pretexto fue la apertura de un nuevo local en París, una de las ciudades mas queridas por el diseñador y que le sienta muy bien. La ubicación es exactamente el 173 de St.Germain, una casona restaurada que en su interior cuenta con un salón de relojes y vitrinas tiffany, además de tener restaurante propio (el segundo que abre la firma, después de Chicago, donde es todo un fenómeno) con gastronomía internacional; Ralph's. Entre los personajes, estuvieron por supuesto Karl Lagerfeld y Carine Roitfeld (editora de Vogue París) pasando por Gerard Depardieu, Lauren Bush y Marisa Berenson.





















































































De arriba hacía abajo: Vista de la nueva tienda en el 173 de St.Germain, en París. / Ralph's, el restaurante exclusivo de Ralph Lauren. / Ralph y su mujer Ricky junto al Kaiser, esta vez de guantes metalizados, camisa rayada y corbatina color borravino. / RL y su esposa junto a Carine Roitfeld, editora de Vogue París. / En interior de la flamante casona, ahora decorada con el toque Ralph Lauren.

miércoles, 21 de abril de 2010

Laurencio Adot Fall Couture 2010 en BAAM


Laurencio Adot - Couture Fall-Winter 2010 (BAAM)

En tiempos de incertidumbre nada mejor que volver a la rígida elegancia que definió los años 40's, decretar el fin de los looks austeros…basta de tristeza. Viva el glamour…El momento de cambiar alas mujeres, hacerlas soñar… Así comenzaba la gacetilla de prensa de Laurencio Adot para este BAAM 2010. Continuaba:"Y como hoy con la crisis las mujeres volvieron a sentirse princesas, y la moda volvió a su verdadera función que es valorizar la Belleza Femenina. Con ese objetivo, Laurencio puso en pasarela su colección Invierno 2010. Inspiración en el tailleur BAR, (hombreras marcadas mas cintura avispa) con pollera recta pencil o corolla con volumen y a la rodilla y mucha silueta. Vestidos entallados con alforzas y drapeados. Ese es el ADN Laurencio Adot, tal como dice en su comunicado. No hace falta, le creemos. Laurencio presentó volúmenes geométricos, y también piezas it girl 2010. Con ese aire aristocrático que lo caracteriza, se animo a la rebeldía: vestidos seys, cortos y mucho lujo. El cuero también es must have en LA, así como diferentes accesorios que completaban figuras sofisticadas.

Colores Joya (rubí, coral, esmeralda y violeta) seducen al negro, nude, gris acero, platino, blush hasta llegar alas novias en blanco puro y marfil, fueron las tonalidades. Hubo lugar para escotes asimétricos y strapless. Las flores dijeron presentes y los vestidos de novia no faltaron.

George Blanco




martes, 20 de abril de 2010

Coco Chanel, mas vigente que nunca

Reconquistó el mundo de la moda a los 71 años; en 1989, su firma se aggiornó gracias a la creatividad de Karl Lagerfeld, que le aportó frescura; hoy, a casi 30 años de su muerte, la diseñadora vuelve a estar en boca de todos.


París. (DPA) - Parece como si Coco Chanel estuviera celebrando su tercer "comeback". El primero fue en 1954, cuando reconquistó el mundo de la moda a sus 71 años. El segundo, en 1989, cuando el diseñador Karl Lagerfeld insufló aire fresco a su entumecida casa de moda. Y ahora, casi 30 años después de su muerte, la fundadora de la marca vuelve a estar en boca de todos. Y por los canales más diversos: la moda, la literatura, el cine y la cosmética.

El "boom" comenzó ya el año pasado con el estreno de "Coco avant Chanel", protagonizada por Audrey Tatou. Tras el filme no sólo las páginas de las revistas se llenaron de modelos "à la Coco", sino que el corte de pelo de Tatou se convirtió en uno de los más imitados.

Uno de los diseños más alabados esta temporada es una chaquetita tweed de Chanel, creada por Isabel Marant. Y el reputado modisto belga Dries van Noten también se ha inspirado en la "mademoiselle" para sus zapatos bicolores. Incluso la elegante colección "tenis" del francés Jean-Paul Gaultier para Hermès responde a la idea de moda de Chanel.

También en la pasada edición de Cannes se estrenó "Coco Chanel & Igor Stravinsky", pero quizá más interesante que el filme sea la novela del escritor británico Chris Greenhalgh "Coco and Igor", en la que se basa la película. Manteniendo la expectación y aportando numerosos matices, el texto recorre el largo y más bien desapercibido "affaire" entre la diseñadora y el compositor.

A través de la relación con el músico (que vivió entre 1882-1971), Greenhalgh muestra qué es lo que movía a Coco: el hambre de reconocimiento, la nostalgia del amor y la sensación de haber encontrado un alma gemela.

La relación con Stravinsky, a principios de los años 20, suele ocupar un segundo plano en las biografías de Coco, por detrás de otros romances. Pero cuando Chanel murió en 1971, junto a su cama, había un icono que él le regaló medio siglo antes. Justo aquello fue lo que inspiró a Greenhalgh.

"No me puedo imaginar que ella no pensara en él cuando estaba muriéndose en su habitación. Y en ese momento ella ya sabía lo importantes que ambos fueron para el siglo XX", contó el escritor inglés a dpa. Chanel no reconoció el romance hasta relativamente tarde, en una conversación con el escritor Paul Morand. "Claramente, en sus últimos años Igor estuvo presente en sus pensamientos".

Chanel apoyó económicamente a Stravisnky, y lo hizo de manera picante. En 1920, el músico vivía en la villa de la modista en Garches, a las afueras de París, con su esposa Yekaterina y sus cuatro hijos. Según el libro, es aquí donde se entabla la relación erótica entre Coco e Igor. Yekaterina, con su débil salud, es la tercera en discordia. Y aunque muchas escenas son inventadas, se basan en fuentes bien documentadas.

Además de esta historia triangular, el lector obtiene una imagen fascinante de la sociedad parisina tras la primera guerra mundial. "En última instancia", dice Greenhalgh, "Chanel sigue siendo una mujer llena de secretos. Pero a mí me interesaba sobre todo la armonía entre la simpatía imaginaria que compartía con Igor".

Fuente: La Nación